Thursday, June 23, 2011

Dia lluvioso y enlodado

Parece ser que la madre naturaleza nos ha bendecido con la lluvia. La lucha que día con día tengo para mantener mi cesped vivo fue finalmente ganada gracias a la ayuda del Dios Tlaloc. Sin embargo en la polvorienta reynosa este regalo la convirtió de nueva cuenta en la Reynolosa o Atascosa ya que como siempre sucede en este tipo de ocasiones, cualquier llovizna crea lagunas y encharcamientos. Estas son las consecuencias de vivir en una ciudad sin órden: Sin orden de construcción, sin orden de limpieza, sin orden de comportamiento... en fin, están las leyes pero no siempre el ciudadano que las cumpla. Esto no es algo para soprendernos ya que es nuestra cultura la que nos afecta.
      La primera vez que viajé a Japón, me sorprendió la cultura de lo correcto. Los japoneses no cruzaban la calle si el semáforo de peatones no les daba un verde, de lo cual nos dimos cuenta ya que estabamos del otro lado de la acera. Puedes dejar tu bicicleta estacionada en la entrada del metro y sabes que ahí va a estar cuando regreses por ella. En fin, a pesar de no tener una religión oficial en el Japón, ellos se rigen por la manera correcta de actuar. Trabajan y se esfuerzan porque es lo correcto no porque alguien los obligue ya sea persona o ambición desmedida. Es tanto el contraste de la manera de pensar de "hacer lo correcto" que cuando regresé de allá, todavía ni llegaba a México y ya encontraba características de la cultura mexicana. En el aeropuerto de Houston tuve que tomar un autobús cuyo conductor era originario de México... aparte de la música mexicana que ponía en la radio, la pregunta al final del viaje "le pongo la cantidad al recibo o se la dejo en blanco patrón" te da muestra de como somos los mexicanos, siempre tratando de aprovecharnos, de tratar de pasarnos de listos. Este mal es la causa de muchos de los problemas que tenemos en México, no le heches la culpa a los gobernantes ya que ellos son el puro reflejo del pueblo, es más, ellos no estarían ahí de no ser por tí, por lo que tenemos los gobernantes que nos merecemos.

Creo que cuando cada uno de nosotros empecemos a cambiar nuestra manera de actuar y tratar de realizar lo correcto siempre, es cuándo realmente vamos a tener una revolución positiva en el país.